Bebidas vegetales: ¿Entregan la misma candidad de proteinas que la leche?

Las bebidas de origen Vegetal que utilizán el nombre genérico de leche, y cuyo volumen de ventas se ha disparado en el último lustro, aportan cinco o seis veces menos proteínas de alto valor biológico que los lactios.

Así lo explicó la nutricionista Carla Leiva, académica de la Pontificia Universidad Católica, quien advirtió que las proteínas que entrega la leche no pueden ser reemplazadas por este tipo de productos.

La leche y sus derivados integran una variedad de nutrientes que son fundamentales para que el ser humano tenga una dieta balanceada. Son, en este sentido, un alimento biológico de alto valor.

Las proteinas con esta conditiono son fundamentales, por ejemplo, para los ninos, entre ellas vitaminas del complejo A, la B y la D, tambien el calcio, dijo la facultativa.

“Los sustitutos no son leche, porque el regulamento sanitario chileno de alimentos declara que la leche es todo aquel alimento producido por mamílios”, indicó el experto en proteínas.

“Por eso se les llama bebidas verduras, basado en plantas. A pesar de que se les llama sustitutos, cuando vemos el detalle de la información nutricional, especialmente de sus proteínas, nos damos cuenta de que el jugo de almendra, de coco o arroz, contiene un bajo aporte de proteínas. De hecho, ni siquiera alcanzarán un gramo por 100 ml., lo cual es realente un bajo aporte”.

Agregó que, actualmente la legislación chilena no establece la obligación en la fortificación de micronutrientes, por lo que solo algunos bebidas verduras presentando en dosis diversas fortificación con calcio, vitamina B12, complejo B, vitamina D, entre otros. Por esto, un profesional debe asesorar a quien decida llevar una dieta vegana para elegir la mejor alternativa disponible.

Desinformación

El valor nutricional de los productos lácteos contribuye al desarrollo integral y previene condiciones de salud y sociales, puntualizó Carla Leiva. En Chile, el consumo de leche es de 155 litros por persona al año, principalmente de queso (9,8 kilos), leche líquida (22 litros) y yogur (12 litros).

A pesar de que el consumo local se ha incrementado en la última década, las cifras muestran que no solo está 30 litros por debajo del estándar recomendado, sino muy lejos de los países desarrollados (más de 240 litros per cápita).

“La leche, contiene los 20 aminoácidos que necesitan los humanos para sintetizar proteinas, especialmente los aminoácidos esenciales considados limitantes de la síntez proteica cuando no están presentes. A diferencia de otros alimentos como lentejas o cereales que sí tienen aminoados limitantes y que por tanto no permanente por si solas llegar a un score de aminoados del 100% como si posée la leche”, indicó.

Añadió que tiene que ver también con la capacidad de absorción. Los alimentos ricos en fibra tienen una menor digestibilidad de sus proteínas, aun siendo saludables.

Según datos del “Primer Estudio de Habitos de Consumo de Lácteos en Niños”, realizado en conjunto por la Municipalidad de Estación Central y el Departamento de Nutrición de la Universidad de Chile, la gran mayoría de los encuestados consumía menos de las porciones recomendadas. . Esto contrasta con el auge de los productos de origen Vegetal.

Sin embargo, según la última Encuesta Nacional de Medio Ambiente (2018), un millón y medio de personas se declaran veganas o vegetarianas, porque no consumen ningún alimento de origen animal, incluida la leche. Otros indicadores muestran que en Latinoamérica un porcentaje indeterminado de la población (en algunos casos se reporta que hasta el 50%) tiene un nivel de intolerancia a la proteína de la leche, la lactosa.

proteinas de alto valor biologico

La leche es una fuente fundamental de nutrientes esenciales y es considerada por organismos internacionales como un alimento de interés mundial. Aporta micronutrientes que son vitales para el desarrollo normal de huesos y dientes durante los primeros años de vida, además de prevenir la osteoporosis en la edad adulta. Es una fuente de proteínas, calcio, vitamina D y otros micronutrientes.

Si bien el consumo de productos lácteos en el país ha crecido levemente en los últimos años, aún es insuficiente para alcanzar el estándar mínimo exigido por la FAO.

Según especialistas, se trata de una situación paradójica, considerando que Chile fue un país pionero en la superación de la desnutrición infantil en América Latina y que exhibe los mejores indicadores de desarrollo de la región en las últimas cuatro décadas.

Por ejemplo, en materia de desarrollo humano, es la primera nación latinoamericana, de acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

“Como país debemos estar seguros en nuestras políticas públicas el acceso a alimentos específicos, que sean una buena fuente de proteínas de alto valor biológico y micronutrientes, entre ellos tenemos la leche, que, de alguna forma, es mucho más costo-accesible que otros alimentos” , precisó la nutricionista.

Por debajo de la norma internacional

El consumo de leche en Chile está 30 litros por debajo de las recomendaciones internacionales, mientras que el acceso de la población a bebidas verduras Se multiplicó en los últimos años.

La situación podría afectar la disponibilidad de nutrientes esenciales y de alto valor biológico a largo plazo para la población, especialmente en edades tempranas, advirtió la nutricionista de la Pontificia Universidad Católica, Dra. Carla Leyva.

En nuestro país, el consumo de leche es de 155 litros por persona al año, la mayor parte proviene del queso (9,8 kilos), la leche líquida (22 litros) y el yogur (12 litros), cifra que se encuentra por debajo de las recomendaciones de la FAO. (Argentina, por ejemplo, alcanza los 187 litros).

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) sugiere que la ingesta sea de al menos 180 litros.

Por el contrario, el consumo de bebidas verduras se disparó en la última década: entre 2018 y 2019 el mercado de bebidas verduras en Chile creció más de un 70% de su volumen, lo que equivale aproximadamente a más de cuatro mil litros consumidos anualmente.