El juez de la Audiencia Nacional rechazó suspender los conciertos promovidos por el cartel con la imagen de Santiago Abascal, presidente de Vox, en el que se muestra sangre saliendo de su nuca. Vox denunció los conciertos por posibles delitos de amenazas, odio y enaltecimiento y apología del terrorismo. Sin embargo, el juez consideró que la suspensión solicitada por Vox era “precipitada” y que no existía un riesgo concreto para suspender los conciertos.
El juez separó la acción consumada del cartel, que presenta indicios de delito de enaltecimiento y/o apología del terrorismo, del propio evento. Por lo tanto, decidió que los conciertos podrían llevarse a cabo, pero acordó que la Ertzaintza, la Guardia Civil y la Policía Nacional deberían vigilar el evento para prevenir actos terroristas y detener a los responsables.
Durante la investigación, el juez encontró indicios delictivos en el cartel, ya que se identifica claramente a Santiago Abascal como víctima de amenazas terroristas y se dirige a un colectivo próximo ideológicamente a la organización terrorista. En consecuencia, se solicitó a la Guardia Civil que investigara los hechos denunciados y a los presuntos responsables.
Es importante destacar que el juez consideró que la libertad de expresión y la celebración de eventos culturales son derechos fundamentales, por lo que no se suspendieron los conciertos. Sin embargo, se tomó en serio las posibles amenazas y delitos que puedan estar implicados, y se tomaron medidas para garantizar la seguridad y protección durante el evento.
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