El doctor Ramón Cacabelos, experto en neurociencias y medicina genómica, destaca la importancia de los factores genéticos en las enfermedades del sistema nervioso central. Según el doctor, en más del 80% de las patologías de este sistema es necesaria una predisposición genética para que se manifiesten.
El doctor Cacabelos ha fundado el primer Instituto para Enfermedades del Sistema Nervioso Central, que actualmente se conoce como Centro de Investigación Biomédica EuroEspes. Esta institución se dedica a la investigación y estudio de las enfermedades neurológicas.
Uno de los aspectos más relevantes de la medicina genómica es la posibilidad de conocer el perfil genómico de cada persona. Esto permite identificar genes defectuosos que pueden causar enfermedades a lo largo de la vida, así como genes que pueden heredarse y transmitirse a los descendientes.
En este sentido, la detección precoz a través de pruebas genéticas se vuelve fundamental, especialmente en enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer y el párkinson. La medicina genómica está transformando la medicina, ya que ofrece la posibilidad de comprender las causas moleculares de las enfermedades, realizar diagnósticos precoces y proporcionar tratamientos personalizados.
La farmacogenética, que consiste en dar tratamientos en base al perfil genómico de cada paciente, también es esencial para mejorar la eficacia y seguridad de los medicamentos. En este sentido, la Tarjeta Farmacogenética es una herramienta digital que ayuda a los médicos a realizar tratamientos personalizados y brinda seguridad a los consumidores de medicamentos.
La medicina genómica enfrenta varios desafíos, entre ellos la educación sobre esta disciplina, los cambios organizativos en los protocolos médicos, el equipamiento necesario para los análisis genómicos y la interpretación de datos.
A pesar de estos desafíos, la medicina genómica tiene un prometedor futuro. Esta disciplina permitirá prevenir enfermedades, desarrollar nuevos medicamentos adaptados al perfil genómico de cada paciente y reducir la resistencia a los fármacos y los efectos adversos. Sin embargo, también será fundamental usar responsablemente esta tecnología y aplicar el sentido común para lograr convertir el progreso biomédico en salud y bienestar para todos.