La competencia entre el Partido Popular (PP) y Vox por ser la oposición más dura al gobierno de Pedro Sánchez quedó en evidencia durante el debate en el Congreso de los Diputados. Ambos partidos presentaron enmiendas al Código Penal con el objetivo de perseguir al independentismo y poder ilegalizar partidos separatistas.
El PP intentó marcar la pauta con su enmienda a la ley de amnistía, sin embargo, su intento resultó fallido. Por otro lado, Vox propuso en su enmienda la ilegalización de partidos separatistas y también la posibilidad de meter en prisión al propio Pedro Sánchez.
Tanto el PP como Vox buscan castigar a aquellos que negocien con personas procesadas por delitos contra la Constitución y la independencia del Estado. Además, el PP también busca castigar las consultas o referéndums ilegales de autodeterminación y la inobservancia de las leyes.
Durante la comparecencia, el PP trató de minimizar los contactos con el independentismo catalán, pero no pudo evitar las preguntas de la prensa. El partido insiste en que no ha llegado a ningún acuerdo con los independentistas y afirma que no acepta las condiciones de un prófugo de la justicia.
Sin embargo, la rueda de prensa terminó abruptamente cuando el portavoz del PP fue interrogado repetidamente sobre los contactos de su partido con las formaciones independentistas. A pesar de sus intentos por evitar el tema, las preguntas persistieron y el portavoz se vio obligado a dar por terminada la conferencia.
La competencia entre el PP y Vox por ser la oposición más dura al gobierno de Pedro Sánchez refleja el clima político actual en España. Ambos partidos continúan buscando formas de castigar al independentismo y se enfrentan a las críticas de la prensa por sus supuestos contactos con formaciones separatistas. El debate en el Congreso ha dejado claro que la lucha por el poder político continúa en España.
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