La resistencia a los antibióticos se ha convertido en un problema de salud global, con 1,27 millones de muertes en 2019, según la OMS. Ante esta situación, científicos de la Universidad de Harvard han desarrollado un nuevo antibiótico llamado cresomicina que podría ser la solución.
La cresomicina ha mostrado eficacia contra bacterias resistentes como Staphylococcus aureus y Pseudomonas aeruginosa, y ha recibido una subvención de 1,2 millones de dólares del CARB-X para continuar su desarrollo. Este antibiótico se inspira en las lincosamidas, pero presenta modificaciones químicas que lo hacen más potente.
El equipo de Harvard utilizó una síntesis basada en componentes para descubrir la cresomicina, acelerando el proceso de descubrimiento de fármacos. Su estructura rígida le permite unirse de manera efectiva a los ribosomas bacterianos, evitando la resistencia.
Los antibióticos son esenciales en la medicina moderna, y la aparición de bacterias resistentes representa una amenaza. Por ello, la creación de nuevos antimicrobianos como la cresomicina es crucial para combatir estas infecciones y garantizar la efectividad de los tratamientos médicos.
“Comunicador incondicional. Especialista en Internet. Lector de toda la vida. Fanático extremo de la televisión. Adicto a la música”.