Irán, un país de contrastes, se prepara para una jornada electoral crucial. Este viernes, más de 61 millones de iraníes están llamados a las urnas en unas elecciones marcadas por la polarización y la controversia.
En Teherán, la capital del país, el bullicio del ajetreo diario contrasta con la nieve que cubre la cordillera de Alborz. Dos mundos, dos realidades contrapuestas que conviven en un mismo lugar.
Sin embargo, no todo es armonía en este escenario. Alrededor del 27% de las candidaturas han sido rechazadas, principalmente las de mujeres. Este hecho ha generado críticas y ha suscitado dudas sobre la transparencia del proceso electoral.
El Líder Supremo de Irán ha instado a la población a participar en las elecciones para “salvar al país”, pero la apatía política entre los jóvenes es evidente. Las manifestaciones de septiembre de 2022, que llevaron al gobierno a bloquear las redes sociales y obligaron a muchas personas a utilizar VPN para acceder a ellas, han dejado una huella profunda en la sociedad.
Figuras como Ali Motahari y Narges Mohammadi han pedido la abstención en las elecciones, mientras que una encuesta sugiere que solo un 30% de los iraníes podría acudir a las urnas. Muchos jóvenes se muestran descontentos con la situación política y económica del país, lo que plantea un desafío para las autoridades.
En medio de este panorama incierto, Irán se prepara para un día clave en su historia política. ¿Qué rumbo tomará el país? Solo el tiempo lo dirá. En TrasElBalón estaremos atentos a todas las novedades que vayan surgiendo.
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