El Banco Central Europeo (BCE) se reunirá el próximo jueves para decidir si incrementará los tipos de interés por décima vez en un año. Esta decisión se toma en un contexto en el que la economía de la Unión Europea (UE) se encuentra al borde de la recesión en algunos de sus países más importantes, pero la inflación todavía se mantiene en niveles elevados.
Durante los últimos meses, el BCE ha llevado a cabo la subida más rápida de tipos de interés en su historia, con un incremento de 425 puntos básicos en poco más de un año. Sin embargo, ahora se enfrenta al desafío de equilibrar las señales de desaceleración económica con la reducción de la inflación subyacente al tomar su decisión.
La Reserva Federal (Fed) de los Estados Unidos también deberá tomar una decisión sobre política monetaria en julio. Su presidente, Jerome Powell, ha hecho hincapié en que seguirán subiendo los tipos hasta que la inflación esté bajo control.
El objetivo del BCE es alcanzar una tasa de inflación del 2% a medio plazo, pero en la actualidad se encuentra muy por encima de ese valor. Por esta razón, el proceso de subida de los tipos de interés podría estar llegando a su fin en un futuro cercano, según señaló el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos.
Las economías de la eurozona están mostrando signos de agotamiento y se espera un crecimiento del 0,8% para este año, siendo España el país líder entre los principales y Alemania el de menor desempeño.
A pesar de esto, la Comisión Europea ha mejorado las expectativas de crecimiento para España en este año, aunque ha ajustado a la baja las previsiones para 2024.
En resumen, la decisión del BCE sobre el incremento de los tipos de interés será clave en un momento en el que la economía de la UE muestra señales de desaceleración y la inflación se mantiene alta. El proceso de subida de los tipos puede estar cerca de llegar a su fin, y tanto el BCE como la Fed están priorizando el control de la inflación. España destaca entre los países de la eurozona, aunque se espera un crecimiento moderado a corto y mediano plazo. La Comisión Europea ha ajustado sus previsiones para la economía española en los próximos años.
