Los microplásticos, pequeñas partículas de plástico que se encuentran en todas partes del planeta, desde el aire hasta los sistemas hídricos y las cadenas alimentarias, han sido objeto de un estudio reciente realizado por la Universidad de Rhode Island. Los investigadores han examinado los posibles impactos de estos contaminantes en la salud de los mamíferos.
Los resultados de la investigación revelaron que los microplásticos logran infiltrarse en el cuerpo de los mamíferos y provocar cambios de comportamiento, especialmente en aquellos de mayor edad. Estos contaminantes también indujeron alteraciones en los marcadores inmunológicos presentes en los tejidos del hígado y el cerebro, similares a lo que se puede observar en casos de demencia en humanos.
Un aspecto preocupante descubierto por los investigadores es que los microplásticos se acumulan en varios órganos, incluso en el cerebro, y pasan a través de la circulación sistémica, atravesando incluso la barrera hematoencefálica. Esto puede tener graves consecuencias, ya que la infiltración de microplásticos en el cerebro puede llevar a una disminución de la proteína ácida fibrilar glial, asociada con enfermedades neurodegenerativas y depresión.
Ante estos hallazgos, los científicos han destacado la importancia de profundizar en la investigación sobre cómo los microplásticos pueden afectar la capacidad del cerebro para mantener su homeostasis y causar trastornos neurológicos.
Este estudio, publicado en la Revista Internacional de Ciencia Molecular, ha sido posible gracias al apoyo de diversas fundaciones y organismos de investigación. Con estos nuevos conocimientos, se espera concienciar a la sociedad sobre los peligros de los microplásticos y promover acciones para reducir su presencia en el medio ambiente. En definitiva, es crucial tomar medidas para proteger nuestra salud y la del planeta.
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