El precio de la plata ha tenido un aumento silencioso de más del 30% en el último año, gracias a la disminución de los rendimientos de los bonos estadounidenses. Aunque en los primeros siete meses del año el ascenso de la plata se limita a poco más del 3%, se espera que continúe al alza.
La inflación moderada en Estados Unidos ha impulsado tanto la plata como el oro, ya que se espera que la subida de tipos adoptada por la Reserva Federal en julio sea la última. Además, la demanda de plata para la inversión tecnológica, especialmente en paneles solares, ha aumentado, lo que ha contribuido al aumento en su precio.
Por segundo año consecutivo, la oferta de plata en 2022 ha sido inferior a su demanda, especialmente debido al descenso en la producción en América Latina. Esto también afecta las previsiones para la revalorización de la plata, que no son muy optimistas, con pronósticos que varían entre los 24,8 y los 26 dólares por onza a finales de año.
Por otro lado, el precio del oro ha alcanzado sus niveles más altos desde mayo, superando los 2.000 dólares la onza. Esto también se debe a la subida de tipos de interés de la Reserva Federal, el descenso de los bonos estadounidenses y la debilidad del dólar. Sin embargo, el mercado del oro está experimentando variaciones debido a la recesión de los bonos estadounidenses.
Sin embargo, se espera que la posible desaceleración de precios lleve a la Reserva Federal a bajar los costes de endeudamiento, lo que podría tener un impacto en el mercado del oro. Empresas como Fresnillo y Pan American han incrementado su producción de oro y se espera que alcancen entre 870.000 y 970.000 onzas al final del año. Esto indica un aumento en la oferta de oro en el mercado.
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