La presidenta de las Cortes de Aragón (Vox) rechaza dar la mano a Irene Montero y Ángela Rodríguez Pam – TrasELBalo
Marta Fernández, presidenta de las Cortes de Aragón del partido político Vox, protagonizó un polémico episodio durante un acto en Zaragoza al evitar estrechar la mano a la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez ‘Pam’. Sin embargo, su rechazo no solo se limitó a Rodríguez, también evitó darle la mano a la ministra Irene Montero, aunque sí tuvo un saludo con ella.
Este gesto de Fernández ha generado diversas reacciones en el ámbito político. Irene Montero, en declaraciones posteriores al acto, señaló la importancia de que aquellos que niegan los derechos de las mujeres estén representados, como una forma de democracia y feminismo frente a los negacionistas de la violencia machista. Durante el evento, Montero se acercó a Fernández para expresarle que se alegraba de encontrarse con ella en un evento que defendía el derecho al aborto.
La respuesta de Marta Fernández fue darle la bienvenida a la ministra, pero evitó estrecharse la mano con ella. Este gesto ha sido duramente criticado por líderes de Podemos, quienes acusaron a Fernández de insultar a Montero en el pasado y de negarle el saludo a Rodríguez ‘Pam’.
Por su parte, Irene Montero ha manifestado nuevamente su propósito de ser ministra de Igualdad en la próxima legislatura, con el objetivo de seguir avanzando en los derechos feministas. Estas declaraciones se suman a su compromiso por continuar luchando contra la desigualdad de género y manifestar su disconformidad con actitudes como la de Fernández.
La postura de la presidenta de las Cortes de Aragón ha generado un intenso debate en torno a la igualdad y los valores democráticos. Mientras unos la respaldan, otros la critican, lo que deja en evidencia la polarización política y la brecha existente en torno a los derechos de las mujeres.
Este episodio demuestra una vez más que la igualdad de género es un tema sensible y que aún queda un largo camino por recorrer para alcanzar una verdadera equidad. Solo el tiempo dirá si estos gestos y desencuentros pueden ser superados en pos de un avance en los derechos de las mujeres en España.
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