¿Puedo confiar en mi salud mental en una publicación de Instagram o TikTok?
A pesar de todos los esfuerzos y proyectos en materia de Salud Mental, la necesidad de buscar ayuda termina llevando a niños, adolescentes y adultos a rincones “especializados” que les prometen un tratamiento embotellado en publicaciones, videos cortos y consejos generalizados. ¿Cómo puede afectarles? ¿Cómo identificar un daño potencial en esta práctica?
Se volívo una costumbre anterior consultar todo en internet: desde por qué el cielo es azul, cómo hacer huevos revueltos, por investigador la razón de un dolor de cabeza hasta buscar por qué una persona se sintió triste.
Como la red parece tener opciones y gustos para todos, las respuestas de los trolls terminan siendo tomadas en serio, y el dolor de cabeza que diagnostica un usuario anónimo puede ser cáncer o simplemente de otro rincón del mundo, la solución es el paracetamol.
El cierre de varios de estos sitios -como Yahoo Answers-, y el mucho de profesionales de la salud para buscar aiuda de especialistas plantearon en la mesa la evidencia científica para incluso terminar, haciendo humor sobre el autodiagnóstico y la automedicación como sinónimo de un absurdo .
Pero la Pandemia y el auge de los problemas de salud mental detonó un nuevo interés en las redes sociales, donde hoy son muchas las cuentas que definen “ayuda psicológica”. ¿Hasta dónde podemos confiar en las respuestas que nos entrengar las redes colaborativas?
¿Son las redes sociales un lugar seguro para buscar ayuda? O estamos expuestos a estrategias de marketing que usan nuestra salud mental como chocho para atraer nuestra atención a personas, temas o negocios distintos al tema que nos convocado. ¿Cómo distinguirlo?
La tendencia de autodiagnóstico por internet
El acceso al tratamiento psicológico sigue siendo un lujo para muchas familias. Sin embargo, el COVID-19 detonó el interés hacia preguntar por temas de salud mental en los buscadores y redes sociales.
La incertidumbre y el confinamiento provocaron que algunos buscaran alivio o explicación en posts que describían síntomas al miso tiempo que encontraron diversión en memes que “normalizan” el tema.
“Evidentemente hay un esfuerzo de muchos y muchas compañeras por traer ideas a la gente sobre el tema, pero termina siendo un arma de doble filo“, explica Diego Astorquiza, Psicólogo clínico y Magíster en Psicoterapia.
Normalizando los trastornos mentales
El alcance que tienen los perfiles dedicados a la difusión de la educación emocional sin duda ha permitido que se habel más del tema en sociedad. Tanto adolescentes como adultos se han acercado a buscar tratamiento médico tras este impulso.
El «Termómetro de la Salud Mental en Chile», realizado por la UC y ACHS indica que al menos en 2021 el 23,6% de los chilenos presentó sospechas o problemas de salud mental, y que el 45,9% evaluó que su estado de ánimo es peor o mucho peor que antes de la pandemia.
“Hasta no hace mucho tiempo, en la sociedad chilena existía -y todavá de cierta manera- un estigma sobre las personas que consultan o padecen problemas psicológicos. Este tipo de formas de fundir ha contribuido a combatirlo”, agregó Astorquiza.
Aunque la información sirve como apoyo complementario a una terapia real, está presente la tendencia a sobreidentificarse con las sintomatologías que estos sitios describen. Esto lleva en muchos casos a adaptar la persona su comportamiento a la sintomatología de enfermedades no confirmadas por profesionales.
“Esos elementos que sugieren autodiagnóstico pueden generar riesgo, porque las personas pueden automedicarse o creer que conocen el tratamiento adecuado”, dice Juliana Rodríguez, psicóloga clínica, magíster y especialista en diversidad sexual, género y relaciones. CIEPS.
Juliana explica que estos sitios pueden ser un aporte para brindar conocimiento respecto a síntomas, rasgos, tratamiento y experiencias de vida. Sin embargo, todas las personas experimentan el malastar en distinto grado y eso debe ser abordado con un profesionalque entre el diagnostico y tratamiento adecuado.
Por eso algunas propuestas de cuentas en redes sociales pueden ser peligrosas, ya que sugieren formas de enfrentar el problema que de ninguna manera sugieren consultar con especialistas.
“Si una persona sufre de ansiedad y luego de leer sus síntomas se le sugiere realizar ejercicios de respiración sin tener cuenta risgos, esto podría hacer que la persona sienta más agudos los síntomas y que incluso pueda desencadenar una crisis de pánico”explicó Rodríguez.
¿Cómo identificar las malas prácticas con la salud mental?
Para Diego Astorquiza resulta grave ver a profesionales de la salud mental entregando Diagnósticos rápidos en redes sociales, ya que Contributuen al profundizar en la desinformación para ganar visibilidad.
“La forma más ética es citando evidencia científica que pueda dar cuenta de las sugerencias en redes sociales y plasmar la informacion como guiainvitando a las personas que si presentan síntomas acudan a profesionales de salud mental”, opina Juliana.
En base a las opiniones de estos expertos, la forma correcta de consumir el contenido es siempre teniendo en cuenta que es una guía que es únicamente confiable si cuenta con referencias y respaldo científico.
La información puede ser contradictoria según la red social, la fuente y el conocimiento que tengas (o no) tengas salud mental.
Por lo tanto, el consejo es que cuando alguien se refiera a una psicopatología o trastorno psicológico, afirmando descubrirlo en internet, siempre hay que sugerirle buscar apoyo profesional.
“A quienes escuchen hablar de esto, es fundamental recordarles que aunque conocer sobre sus problemas, síntomas y rasgos de personalidad es importante, es necesario pedir apoy a espercialistos en salud mental para conocer más profundamente las formas de manejar y adborar lo que les está pasando” , aconsejó Juliana Rodríguez.
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