Una persona murió y otras 21 resultaron heridas de bala durante la celebración en Kansas City por la victoria del equipo local de fútbol americano, los Chiefs, en la Super Bowl. El tiroteo ocurrió al final del desfile de los jugadores, poniendo en peligro la vida de los mismos.
Entre los heridos se encontraban al menos once menores de edad, y siete de ellos se encontraban en estado crítico. Tres personas fueron detenidas como posibles pistoleros, uno de los cuales fue capturado gracias a la colaboración ciudadana.
Aunque aún no se conoce el motivo exacto del tiroteo, las autoridades creen que se trata de una disputa entre bandas o rivales y descartan que haya sido un acto terrorista.
El suceso ocurrió cerca de Union Station, un lugar popular y punto de encuentro para la multitud. Muchos niños y adolescentes estuvieron presentes en la celebración, lo que llevó al cierre de las escuelas como medida de precaución.
La rápida acción de la policía evitó que la situación empeorara y permitió las detenciones. Además, se creó un centro de reunificación para ayudar a los padres a encontrar a sus hijos después del tiroteo.
Es importante destacar que Kansas City tiene una regulación laxa sobre armas, lo que hace que los tiroteos sean más comunes en la ciudad. Este incidente trágico ocurre además en el sexto aniversario de la matanza en el instituto de Parkland, Florida, que dejó 17 muertos.
El alcalde de Kansas City expresó su preocupación por la seguridad en eventos públicos y pidió medidas para prevenir futuros tiroteos. Es fundamental que se tomen acciones para garantizar la seguridad de los ciudadanos y evitar que situaciones como estas vuelvan a repetirse.
